Introducción
La lectura y
escritura son consideras habilidades necesarias para el desarrollo personal por
ser fundamentales en el desarrollo cognitivo y afectivo de los individuos.
Asimismo, las actividades de lectura y escritura actúan como medio de contacto
entre diferentes personas o grupos, posibilitan y facilitan la comunicación y
la transformación y evolución del pensamiento.
Con respecto al proceso de lectura, esta es una actividad que
supone una manera de decodificar lenguajes. Leer normalmente tiene un objetivo
y pretende entender lo que un determinado texto intenta transmitir, esto es “acceder
no sólo a las palabras, sino al fondo de las mismas, es decir, comprender y
metacomprender, para que la nueva información se adapte a la que ya tenemos y,
así, generar nuevo conocimiento” (Crispín, 2011); leer implica entonces una
interacción compleja entre el texto y el lector.
La palabra
escrita por su parte, tiene la
posibilidad de permanecer y fijar los conocimientos. Escribir es otra forma de
comunicación que nos permite estar en contacto con el mundo a través de
palabras e ideas plasmadas en alguna superficie y va totalmente de la mano con
la lectura, pues leemos lo escrito y escribimos generalmente con base en lo
leído y en nuestra propia experiencia.
En consecuencia,
es de suma importancia estudiar, reforzar y potenciar los procesos de lectura y
escritura, identificar dificultades que se puedan presentar en la realización
de las mismas y buscar mecanismos que ayuden a solventarlos, con el propósito de
lograr de manera satisfactoria la comprensión y/o producción del discurso escrito.